domingo, 22 de diciembre de 2013

El Guadiana se llena de ojos



Hoy nuestros ojos están en el Guadiana, porque no hay Tablas sin ojos. Nos sentimos felices de poder ver como el rio llega al Parque queriendo ser participes con este gesto, arrojando ojos al rio.

Nuestra mirada la ponemos en el Guadiana porque queremos disfrutar del espectáculo de la renovación de la vida y de la fertilidad de la tierra. El milagro del  agua que trae abundancia y prosperidad.

Cuando la insensatez humana estaba a punto de acabar con todo. Cuando Las Tablas parecían irse para siempre, evaporadas por la estupidez, justo cuando la vida no podía menguar más, el Guadiana comenzó a estremecerse, lentamente al principio, pero tomando fuerzas y derramándose sobre la tierra llana y seca.

Parece que todo volviera a su estado originario, el ganado se arrima de nuevo a beber en el río, los pescadores se reúnen en torno a los molinos y los campos fertilizados vuelven a estar preñados de vida. El contrastre entre la vida y la muerte en pocos meses como un frágil equilibrio entre contrarios.

En Egipto, la crecida del Nilo se veía como las lágrimas de Isis llorando al perdido Osiris. Las lágrimas cayeron e incrementaron las aguas del Nilo, humedeciendo el cuerpo reseco e inerte de su amado esposo. Se decía que Isis hacía que el Nilo creciera y se desbordase devolviendo a la vida a Osiris y desatando la inundación. Isis embarazada del renacimiento de Osiris engendró a Horus, su hijo, el nuevo año. Con Horus, el del ojo del halcón, comienza la historia de la humanidad.

Pero la muerte no desaparece, el peligro de un Guadiana seco no está salvado. Las Tablas no están libres de la agonía por la falta de agua. Planes, proyectos, presupuestos y obras seguirán medrando a costa de nuestra paciencia y de la ruina de los recursos naturales. Sólo las lágrimas de los ojos y sus hijos nacidos del río lograran que el ciclo de la vida se renueve año tras año para poder seguir disfrutando de este paraíso. No hay Guadiana sin ojos. No hay Tablas sin Guadiana.

Molino de Molemocho, 22/12/2013













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