viernes, 30 de noviembre de 2012

Ya toca un Plan de Gestion (PRUG) para Las Tablas de Daimiel.



En esta petición pública, recordamos que Las Tablas de Daimiel tras 40 años desde su declaración como Parque Naciuonal, sigue sin ningún plan de gestión, sin un obligado PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión) tal y como regula la Ley de Parques Nacionales. Y exigimos que se apruebe de una vez por todas y que sirva para dar cauce a la participación ciudadana que involucre a todos en la defensa de este bien natural y cultural.
Firma aquí tu apoyo a la siguiente carta que se ha enviado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Esperanzados por el “milagro” de ver Las Tablas con agua tras las episodios de incendio de la turba de 2009, dichosos de que la naturaleza nos dé una nueva oportunidad de disfrutar las riquezas de este humedal y decididos a su salvaguarda, volvemos a reivindicar voluntad y medidas urgentes para que esta situación no sea un episodio coyuntural fruto de la bonanza metereológica.
En esta petición pública, que se hará a las administraciones y entes responsables de esta situación,  recordamos que el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel sigue sin ningún plan de gestión, sin un obligado PRUG (Plan Rector de Uso y Gestión) tal y como regula la Ley de Parques Nacionales. Y exigimos que se apruebe de una vez por todas y que sirva para dar cauce a la participación ciudadana que involucre a todos en la defensa de este bien natural y cultural.

¿Qué es el PRUG?

Es el “manual de instrucciones” que todo Parque Nacional tiene que tener para planificar su conservación y uso. Según la Ley de Parques Nacionales “en cada uno de los Parques Nacionales se elaborará y aprobará por las Administraciones competentes un Plan Rector de Uso y Gestión, que será el instrumento básico de planificación.” Las Tablas de Daimiel después de casi 40 años de existencia carece aún de él.

¿Para qué sirve?

Entre otras cosas:
- Para proteger la integridad del paisaje natural, fauna, flora y de todo el conjunto del ecosistema.
- Para redactar las normas, objetivos, líneas de actuación, y criterios generales de uso y ordenación del Parque.
- Para establecer las actuaciones para materias tales como la conservación, el uso público, la investigación y educación ambiental del Parque.
- También para ordenar las actividades que se desarrollen en él (empresariales, recreativas, culturales, turísticas, etc) e integrar su funcionamiento en la dinámica socio-cultural y económica de los municipios del entorno.

¿Qué pasa si no se tiene?

- Que las líneas de gestión del mismo van a la deriva, se improvisa, se toman determinaciones arbitrarias e incluso contradictorias o perjudiciales.
- Que cada director/a circunstancial  puede llevar a cabo líneas de actuación y tener criterios estrictamente particulares, ordenando las actividades según su propio criterio o interés, en muchos casos contrario al  interés general, lo que en la práctica se traduce en una gestión privativa y nefasta.

¿Cómo puedo participar?

El procedimiento de elaboración de los Planes Rectores de Uso y Gestión incluye trámites de audiencia a los interesados, información pública y consulta a las Administraciones Públicas afectadas, así como un trabajo intenso en el Patronato donde se encuentran representados diferentes colectivos científicos, conservacionistas, agrarios, entidades locales y organismos autonómicos y estatales.

Intégrate en esos colectivos representados y ahora:


Ahora más que nunca ¡SALVEMOS LAS TABLAS YA!

domingo, 18 de noviembre de 2012

WWF y Ecologistas en Acción alertan de la "falsa recuperación" de las Tablas de Daimiel.

 Fuente: http://www.abc.es/local-toledo/20121116/abci-daimiel-tablas-201211161453.html

Las ONG ecologistas celebran el aumento del agua subterránea en los acuíferos sobreexplotados del Alto Guadiana, especialmente en el acuífero 23. Sin embargo, lejos de lo que señalan las informaciones optimistas publicadas estos días, WWF y Ecologistas en Acción recuerdan que este suceso se ha producido solo gracias a los extraordinarios aportes de lluvia de los últimos años, en particular entre 2009 y 2012.
El ascenso de los niveles freáticos en el acuífero 23, lo que ha dado lugar a que desde algunos ojos artificiales llegue agua al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, se ha debido a las excepcionales precipitaciones de agua de lluvia registradas en los últimos años y no a la fallida reducción y control de las extracciones para regadío. Más que nunca, ahora es el momento de reducir esas extracciones para aprovechar este agua en épocas de sequía y consolidar la recuperación del acuífero y de las Tablas de Daimiel.
Además, las organizaciones subrayan que los afloramientos de agua que se han localizado no son en realidad los auténticos Ojos del Guadiana, que siguen secos, sino surgencias en cota más baja que estos, aparecidas en zonas de intensa extracción de turba.
En contra de lo que se ha sugerido por las Administraciones, la recuperación no se debe a las fallidas medidas de ahorro emprendidas en la última década, según los ecologistas. Los altos niveles de extracción de agua para regadío se han manteniendo sistemáticamente en estos años, tras un pequeño descenso como consecuencia del plan de compensación de rentas y la disminución del precio de los cereales en los años 90.
Por el contrario, la apuesta del Gobierno de Castilla–La Mancha por el regadío de la viña en espaldera ha supuesto un paulatino ascenso en el consumo de agua por parte de este cultivo. Así, desde 2004 ha aumentado su superficie, mientras que el maíz y los cultivos forrajeros y hortícolas se mantienen en unos niveles similares año tras año. En cambio, gracias a las ayudas agrarias, la viña ha pasado de 12.000 ha regadas en el año 2000 a las 90.000 que se regaron en 2012, convirtiéndose en el mayor consumidor de agua del acuífero 23, según las asociaciones ecologistas.
A pesar de las medidas agroambientales y del PEAG, desde finales de los 90 se han mantenido extracciones reales entre 290 y 250 hm3 al año, muy lejanas de los propósitos del Plan Anual de Extracciones que sólo autoriza 200. A juicio de las asociaciones ecologistas, esa situación provocó déficits de hasta 3.500 hm3 en 2009, y la grave crisis hídrica que sumió al PNTD en la más absoluta sequía y lo convirtió en pasto de las llamas.
En consecuencia, «ha sido solo el extrarordinario volumen de precipitaciones de estos años lo que ha producido una recuperación», que el IGME cifra en 2.500 hm3, en las reservas y no la acción de la administración. Así, lejos de poder incrementarse las extracciones, como piden, esta bonanza hídrica debería animar a controlar las extracciones ilegales para, de esta forma, adelantar al menos a 2021 el objetivo de alcanzar el buen estado cuantitativo del acuífero, como exige la Directiva Marco del Agua y que el PEAG preveía inicialmente para 2027. De otra forma, «cuando vuelva la sequía, el problema reaparecerá y con mayor intensidad al haberse consolidado un enorme consumo estructural de agua por el viñedo en regadío», advierten las asociaciones ecologistas WWF y Ecologistas en Acción

lunes, 12 de noviembre de 2012

El Acuífero 23 recupera 1.810 hectómetros cúbicos de agua entre 2009 y 2012

Fuente: http://www.efeverde.com/contenidos/noticias/el-acuifero-23-recupera-1.810-hectometros-cubicos-de-agua-entre-2009-y-2012

Así lo ha explicado hoy a Efe el jefe del área de hidrogeología del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Miguel Mejías, quien ha calificado de "espectacular" esta recuperación, mayor aún de la que se produjo en el período húmedo registrado entre 1995 y 1997.
Esta pasada primavera el nivel de la Unidad de la Mancha Occidental se encontraba, en algunos puntos, a 6,22 metros de profundidad respecto al nivel freático.
Mejías ha señalado que entre los periodos de aguas altas de 2011 y 2012 la Unidad ha experimentado una recuperación de 2,35 metros, a pesar de que el último año hidrológico se ha clasificado como seco.
La recuperación de niveles se ha mantenido hasta mediados de mayo de 2012 y a partir de ese momento ha iniciado una etapa de descenso pero, en cualquier caso, la variación de reservas entre 1980 y 2012 es inferior a los 1.210 hectómetros cúbicos.
Para el geólogo, "es evidente" que la recuperación futura de la Unidad de la Mancha Occidental pasa por un ascenso de los niveles piezométricos que permita que vuelvan a producirse surgencias en las antiguas zonas de descarga del Acuífero 23.
A modo de referencia, explica que si a largo plazo la Unidad de Mancha Occidental se mantiene por debajo de los 200 hectómetros cúbiso al año, se comenzarían a recuperar en algunas zonas las descargas del Acuífero, aunque asociadas a secuencias húmedas.
Y a partir de un volumen inferior a los 150 hectómetros cúbicos al año, mantenido en el tiempo, podría hablarse de "recuperaciones hidrológico-medioambientales importantes", ha dicho.
En cualquier caso, Mejías ha apuntado que "la recuperación del sistema no se puede confiar sólo a la aparición de esporádicos períodos húmedos, como los de 1995-1997 y 2009-2011, ya que si bien producen ascensos de nivel muy importantes, su escasa duración temporal no permite la recuperación del esquema natural de flujo".
Por este motivo, es necesaria una especial consideración en la planificación hidrológica y hay que tener presente esta distribución irregular de la recarga cuando se habla de valores medios, así como aprovechar especialmente los esporádicos períodos húmedos para favorecer la recuperación del Acuífero y gestionar adecuadamente su utilización durante las etapas secas o medias.
Así, ha precisado que la recarga media del Acuífero se cifra en 350 hectómetros cúbicos por lluvia, los aportes de los ríos y lo que llega desde las Unidades Hidrogeológicas del Campo de Montiel y Sierra de Altomira.
La recarga "es muy variable", de tal manera que puede haber diferencias muy importantes de uno a otro ejercicio, y que un año se recargue 100 hectómetros cúbicos y otro 1.000.
Para Miguel Mejías, el escenario actual es muy bueno para conseguir el régimen natural del Acuífero, que antes permitía que a Las Tablas de Daimiel llegaran unos 65 hectómetros cúbicos de agua al año, entre aguas superficiales y subterráneas.
El objetivo, como recoge el borrador del Plan Hidrológico del Guadiana, es que el aporte a Las Tablas de Daimiel sea de 38 hectómetros cúbicos, de los cuales al menos 25 deberían ser de agua subterránea procedentes de los Ojos del Guadiana, "lo que haría funcionar de forma natural el Parque Nacional", ha precisado Mejías. EFE