Se ha podado el bosque centenario de tarayes de la isla del Pan.
A nuestro entender es un atentado al emblemático bosque por las siguientes razones:
- Se está rompiendo el proceso natural, alterando las cadenas tróficas desde la base, eliminando ramas viejas y rotas en las que aparecen hongos, insectos y bacterias, que son la base de esas cadenas y por lo tanto se está disminuyendo la biodiversidad de la que tanto hemos alardeado de nuestro Parque Nacional. Es el mas pequeño de España, pero con mayor diversidad de todos.
- Este bosque era orgullo de todos los daimieleños, pues ha dado la vuelta al mundo con sus fotografías.
- Lo que más nos indigna es la pérdida de biodiversidad. Este bosque pertenece a todos nosotros (no a quien lo gestiona), a nuestros hijos, a nuestros sobrinos y nietos. Debería ser un legado intocable para ellos.
- No se comprende en un espacio natural que se esté haciendo un jardín a base de someter a la naturaleza con maquinaria. Es como si llegamos 20 personas a una selva tropical y empezamos a tomar decisiones eliminando árboles, que a uno de los componentes del grupo no le gusta, a otro no le agrada una especie de mono, a otro unos insectos…, en definitiva estamos convencidos de crear el equilibrio en la Selva Tropical, que no le hace falta y a la que tanto le debemos (medicinas, frutos, oxigeno belleza, conocimientos para la ciencia, etc.) ¡la naturaleza crea su propio equilibrio!.
- En los troncos huecos de los tarayes hacen los nidos los autillos, mochuelos, madrigueras las jinetas, los lirones, etc, encontraban su refugio y lugar de cría, eliminarlos es un atentado contra la biodiversidad.
- Un bosque de sueños en el que quizás te podías encontrar un Nomo que cubría todas sus necesidades de misterio y ocultismo. Un montón de secretos ocultos y mágicos que puede guardar la niebla en el bosque de tarayes. Ahora las huellas en la isla y en el bosque son de tractores, maquinarias oruga y motosierra, pero ninguna pisada de Nomo sobre la nieve o el rocío.
El alma del Parque Nacional las Tablas de Daimiel está herida y con ella todos los daimieleños.
En la Isla de Algeciras el viejo olivar (anterior a la creación del Parque) ha sido podado, con algunas olivas cortadas por los pies eliminando parte de los tocones viejos, otro refugio de fauna. A parte del espesor que da la vegetación como protección para las crías, etc. ¿Es que necesita el Parque aceite … o leña?
Las maquinarias antes sacaban fuera la vegetación para que no se colmataran Las Tablas, pero ahora se pican y trituran en el interior del Parque. Menos mal que no ha venido agua, empezaría la descomposición de esa materia orgánica favoreciendo las epidemias estivales y enfermedades como el botulismo.
Las Tablas no tienen agua pero tampoco les va a quedar vegetación, ni fauna con esas grandes maquinas rugiendo y erosionando el interior del parque. Si no se permite el acceso al Parque con bicicleta, y se ruega “silencio” para respetar a los animales y el espacio de contaminación acústica, no comprendemos que se permita la invasión de maquinaria pesada y un montón de coches en el interior del Parque. Que parece una autopista de las rodadas de los vehículos.
Para más INRI se ha llenado de cruces gigantes el interior del parque, al parecer para delimitar los posibles incendios. Los incendios han sido parte de la historia del parque, de forma natural, producidos por rayos, en parte han servido para renovar la vegetación. En el parque Yellowstone, se produjo un incendio de forma natural por un rayo y se dejó que se extinguiera por sí solo, como un proceso natural de renovación y selección natural de animales y plantas. Muchos seres vivos al enfrentarse a estos sucesos, han desarrollado la capacidad de sobrevivir. Así es la Naturaleza. y ésta actuación del parque Yellowstone es un ejemplo del buen hacer.
¿Cuando estaban mejor las Tablas y acogían mayor biodiversidad? ¿Ahora o antes de intervenir el ejército de máquinas?
¡Salvemos las Tablas! … Pidamos responsabilidades a sus gestores.
Ecologistas Manchegos de Daimiel
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