Por medio de esta carta, los colectivos y asociaciones abajo firmantes queremos hacer llegar a los organismos gestores del Parque Nacional de Las Tablas nuestra más enérgica protesta por los daños a los que está siendo sometiendo dicho parque debido a su mala gestión.
El principal objetivo de un Parque Nacional según la Red de Parques Nacionales es:
- Asegurar la conservación de sus valores naturales. Son lugares en los que prima la “no intervención” y en los que el principio es permitir el libre devenir de los procesos naturales.
Pues bien, en el P. N. de Las Tablas este objetivo no se encuentra dentro de los planes de los gestores del espacio natural. A continuación ponemos una serie de graves ejemplos que se pueden comprobar acercándose y dando una vuelta por el Parque:
1. Se ha podado el bosque centenario de tarayes de la isla del Pan. A nuestro entender es un atentado al emblemático bosque por las siguientes razones:
- Se está rompiendo el proceso natural, alterando las cadenas tróficas desde la base, eliminando ramas viejas y rotas en las que aparecen hongos, insectos y bacterias que son la base de esas cadenas y por lo tanto se está disminuyendo la biodiversidad de la que tanto hemos alardeado de nuestro Parque Nacional.
- Este bosque es un orgullo para todos, pertenece a todos nosotros (no a quien lo gestiona), a nuestros hijos, a nuestros sobrinos y nietos. Debería ser un legado intocable para ellos.
- No se comprende que en un espacio natural se esté haciendo un jardín a base de someter a la naturaleza con maquinaria.
- En los troncos huecos de los tarayes hacen los nidos los autillos, mochuelos, madrigueras las jinetas, los lirones, etc. Encontraban allí su refugio y lugar de cría, eliminarlos es un atentado contra la biodiversidad.
2. En la Isla de Algeciras, el viejo olivar (anterior a la creación del Parque) ha sido podado, con algunas olivas cortadas por los pies y eliminando parte de los tocones viejos. Era otro refugio para la fauna. ¿Es que necesita el Parque aceite … o leña?
3. Las maquinarias antes sacaban fuera la vegetación para que no se colmataran Las Tablas, pero ahora se pican y trituran en el interior del Parque. Esperemos que cuando llegue el agua del trasvase, no se empiece a descomponer esa materia orgánica favoreciendo las epidemias estivales y enfermedades como el botulismo.
4. La vegetación y la fauna del parque no sólo corren peligro por la falta de agua, sino también por las grandes maquinas que recorren este espacio natural rugiendo y erosionando el interior del Parque. Si no se permite el acceso al Parque con bicicleta, y se ruega “silencio” para respetar a los animales y el espacio de contaminación acústica, no comprendemos que se permita la invasión de maquinaria pesada y un montón de coches en el interior del Parque. Parece más bien una autopista, con múltiples rodadas de vehículos.
5. Se ha llenado de cruces gigantes el interior del Parque, al parecer para evitar posibles incendios, provocando que Las Tablas sean prácticamente irreconocibles.
6. Se han derrumbado varias casillas de pescadores, parte de un rico patrimonio cultural, para “rehacerlas” sin tener en cuenta para nada el legado de la arquitectura popular de las gentes del río. Su impacto visual es un atentado contra la protección del patrimonio natural y cultural del Parque Nacional de Las Tablas. Adjuntamos en esta carta el documento de queja por esta actuación que se envió en su día al Patronato del Parque Nacional de Las Tablas.
7. Algunas de estas actuaciones podrían haberse evitado si existiera un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y un Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del P.N. de Las Tablas como exige la Ley. ¿Para cuando su aprobación?
Exigimos responsabilidades por esta nefasta gestión y que se pare esta locura que no nos lleva nada más que a la destrucción de la riqueza natural y cultural de Las Tablas.
¿Cuando estaban mejor las Tablas y acogían mayor biodiversidad? ¿Ahora o antes de intervenir el ejército de máquinas de los responsables del Parque ?
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