Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/24/ciencia/1319457533.html
Un estudio ha revelado que el municipio murciano de Lorca tiene las mayores tasas de hundimiento del terreno de Europa por extracción de agua subterránea. Desde 1995, la superficie se ha hundido más de 1,5 metros. El estudio se ha realizado en el marco del Campus de Excelencia Internacional de Moncloa, por investigadores del CSIC y la Universidad Complutense de Madrid, mediante observación radar de satélites de la Agencia Europea del Espacio.
El hundimiento del terreno debido a extracción de agua subterránea o a la apertura de minas es un fenómeno bien conocido. Ese hundimiento se conoce como subsidencia y se debe a que el agua subterránea rellena el terreno y ejerce un efecto de sustentación sobre la parte más superficial de éste. Al vaciarse el agua del subsuelo, la parte área del terreno se hunde.
Es un fenómeno que ocurre en muchos lugares. Este mismo mes, la ciudad de Manila, en Filipinas ha sufrido graves inundaciones posteriores al paso de varios tifones. Los expertos aseguran que el efecto se agravó debido a que el terreno de la capital filipina se está hundiendo debido a la explotación de sus acuíferos.
En el caso de Lorca, el estudio recién presentado estima unas tasas de hundimiento de hasta 15 centímetros por año, las mayores de toda Europa. Aunque el centro de la región deprimida corresponde al municipio Lorca, la extensión de la superficie es de unos 690 kilómetros cuadrados e incluye las localidades de Puerto Lumbreras, Totana y Alhama de Murcia. Según el coautor del trabajo, Pablo González,
La cuenca del río Guadalentín, donde se asientan esas localidades, es una vega muy fértil y durante las últimas décadas ha desarrollado un potente sector agrario. Sin embargo, la demanda de agua para sostener las explotaciones agrícolas ha crecido enormemente. En una región semiárida, como es el sureste de la Península Ibérica, con recursos hídricos limitados, su uso ha acabado por ser deficitario. Y así, desde mediados de los años 60 se han extraído del subsuelo recursos hídricos subterráneos para sostener esta actividad.
El estudio realizado por un grupo del Instituto de Geociencias ha revelado, a partir de observaciones de satélite, un hundimiento del terreno de aproximadamente 1,5 a 1,6 metros a lo largo de 15 años. La investigación se ha desarrollado en el marco del Campus de Excelencia Internacional de Moncloa por los investigadores del Instituto de Geociencias (CSIC-UCM) José Fernández Torres y Pablo José González Méndez. Este estudio, y su relación con los procesos de sequía, se ha publicado en la prestigiosa revista 'Geology'.
Los investigadores han observado que la explotación de agua subterránea es muy superior a las recargas naturales, es decir, el agua que se infiltra en el terreno proveniente de la lluvia o del retorno de la que se usa para regar, lo que se manifiesta en las últimas décadas en un descenso sostenido de las reservas de los acuíferos.
Este descenso produce que los materiales del acuífero -rocas y sedimentos que forman la matriz sólida- estén sometidos a menor presión interna, se compacten y pierdan volumen. Esta pérdida de volumen se transmite generando un hundimiento de la superficie del terreno. Este proceso de hundimiento sobre acuíferos es un fenómeno bien conocido por investigaciones previas, aunque no se conocía su ocurrencia en la vega de Lorca. Sin embargo, ha sido sorprendente encontrar tasas de hundimiento que alcanzan valores máximos entre seis y 15 centímetros por año, lo que hace que sea una de las zonas con tasas de hundimiento más rápidas en el planeta, y la mayor de Europa afectando una extensión tan grande aproximadamente 690 kilómetros cuadrados.
Un segundo aspecto destacable es que el nivel de detalle y el análisis temporal de los datos revelan que la tasa de hundimiento no fue constante durante todo el período. Así tras la sequía de los años 1992 a 1995, el terreno respondió con una aceleración de la tasa de hundimiento, alcanzando más de 15 centímetros por año entre 1996-1997. Esta fase de aceleración se estableció de forma rápida en el tiempo, seguida por una desaceleración exponencial que duró ocho años, tras los cuales las tasas de hundimiento volvieron a los valores que se registraban durante el periodo estudiado inicialmente (1992-1995).
Estudio con tecnología satélite
Los valores de hundimiento se han determinado mediante el análisis conjunto de 51 imágenes radar de esta zona, adquiridas por los satélites ERS y ENVISAT de la Agencia Europea del Espacio. La técnica que se ha aplicado, interferometría radar diferencial, determina los pequeños retrasos o adelantos que se producen en las ondas radar emitidas y recibidas desde un satélite en dos instantes diferentes. Estos retrasos diferenciales -entre cada par de imágenes comparadas- producen un patrón de interferencia que es proporcional al cambio de la distancia entre la posición del satélite y el terreno. De esta manera se pueden determinar cambios topográficos con una resolución milimétrica y su evolución con el tiempo.
Los resultados del trabajo, que describe el comportamiento mecánico del acuífero, pueden ayudar a mejorar la gestión de los recursos hídricos y tener aplicaciones en la seguridad de la edificación.
Además, el equipo de investigación, en colaboración con la Universidad de Western Ontario (Canadá) y el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia, está estudiando el evento sísmico que tuvo lugar en la localidad murciana el pasado 11 de mayo que permitirá conocer el proceso de ruptura y la liberación de energía sísmica en la falla responsable.
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